El Divino Cántico de san Juan de la Cruz Editorial Monte Carmelo

25,00 

AUTORE: P. ANTONIO MARIA SICARI

Anno di pubblicazione: 2018

ISBN: 9788483539224

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Descrizione

Este trabajo analiza y comenta toda la obra de San Juan de la Cruz bajo la apelación con la que el propio Santo definía el bíblico Cantar de los Cantares.

Durante siglos, numerosos escritos se habían dedicado a comentar el poema sagrado, ofreciendo a los creyentes maravillosos “tratados” sobre el misterio de la Iglesia y sobre la mística unión del alma con Dios. Luego, a finales del siglo XVI, la cristiandad sufrió un desgarro y la teología se volvió más rígida en las controversias y en las sutilezas exegéticas, hasta el punto de olvidar (o incluso de temer) el antiguo Cántico, corazón de la Escritura.

Entonces recibió Juan de la Cruz la misión de comentarlo con una forma nueva y –toda una primicia– poética. El texto sagrado tornó a vivir en el Cántico Espiritual, un poema que «es más ardiente de pasión que ninguna poesía profana» y sobre el que «ha pasado el espíritu de Dios, hermoseándolo y santificándolo todo» (Dámaso Alonso).

Más adelante, en sus diversos comentarios del proprio Cántico (al que se añadieron otros poemas), pudo anunciar a la Iglesia la centralidad absoluta del amor esponsal que Dios ofrece a todas y cada una de las criaturas humanas. Un Dios “inaudito” que, desde las páginas del místico castellano, puede hablarnos así: «Yo soy tuyo y para ti, y gusto de ser tal cual soy por ser tuyo y para darme a ti» (L 3,6).

A lo largo de su recorrido por el itinerario espiritual que ofrece San Juan de la Cruz, el autor destaca con singular insistencia que ningún drama o problema eclesial puede comprenderse de verdad desde una altura inferior a esta y desde una menor profundidad. El carisma del Santo carmelitano (y de los que se hacen sus discípulos) radica totalmente en esta experiencia ofrecida como principio pedagógico: cuando el ser humano se deja atraer por el Corazón de Dios, se dirige al mismo tiempo hacia la máxima profundidad de su propio corazón y hasta las fronteras más remotas, allá donde toda criatura humana puede ser reconocida y acogida.